El Milagro de mi vida

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El motivo de este pequeño blog es dar a conocer experiencias vividas con la Virgen Maria en especial aquellas que nos hayan permitido volver a la vida gracias a su intersección ante Dios.

Mi experiencia en lo personal fue algo muy especial pues mi fe en ella es muy fuerte y cada vez que le solicito que interseda ante Dios por mi ella logra que se me conceda mi peticion, pero bueno voy a entrar en materia y les voy a contar mi experiencia de vida al lado de la Santisima Virgen.

Todo comenzo el 11 de mayo del 2007 cuando por problemas de Neumonia fui llevado a urgencias y de ahí remitido a una UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) y esto por que soy Diabetico hace mas de 30 años y me había complicado un poco esto solo tardaria un par de dias pero por cosas de la vida me pasaron de antibioticos y me llenaron la sangre de hongos y fue interrnado nuevamente y por ultimo unos cambios en mi insulina me dieron una trecera recaida lo que provoco que estuviera tres veces en menos de un mes al borde de la muerte pero la fe de mi familia y la mia no permitieron que estas situaciones pasaran a mayores.

Durante mis hospitalicaciones siempre le pedia a Dios que no me abandonara y que no soltara mi mano pues era el unico que me podia sacar de semejante tormenta, pero mi fe se concentro mucho en la Santisima Virgen Maria y era increible ver como yo le pedia que me ayudara con mi salud y unas horas mas tarde el medico no podia creer que mis resultados hubieran cambiado al 100% y estuviera fuera de peligro, pero lo mas sorprendente era la cercania que yo sentia de un ser muy especial que la verdad no podria decir si era la santisima virgen o mi angel de la guarda pero quien haya sido era una presencia muy poderosa y muy especial que me colmaba de vida y me daba mucha tranqulidad para gloria de Dios.

Mario Humberto Sequeda Jimenez


Oraciones

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Ave María
Dios te salve María
llena eres de gracia
el señor es contigo;
bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén